Desde el vientre materno, los bebés están escuchando la voz de mamá; es uno de los primeros sonidos que escuchan y les permite empezar a conocer el mundo. El timbre de voz es algo que van identificando con las sensaciones que se presentan con los cuerpos de ambos, es algo químico que el cerebro contrae en dos cuerpos diferentes, haciendo conexión y vínculo.

Conforme pasa el tiempo y el bebé crece, va teniendo acercamiento con el lenguaje y los significados que los sonidos o palabras van teniendo para nombrar al mundo. Muchas veces como padres, no tenemos el cuidado de pensar antes de comunicar o solicitar algo a los niños. Pensamos que las formas son indistintas y lo que importa es el mensaje, lo cual es un error, pues en ese proceso también enseñamos a nuestros pequeños la comunicación afectiva, la cual se distingue por la empatía y la amabilidad con otro ser humano.

Me gustaría compartir algunas frases que te ayudarán a practicar con tu pequeño la comunicación afectiva:


1. Eres perfecto (a) tal como eres.

2. Te amo porque existes.

3. Amo ser tu mamá.

4. Lo siento, me equivoqué.

5. Gracias.

6. Eres capaz.

7. Se vale equivocarse.

8. Eres muy valioso (a).

9. Esta idea que se te ocurrió está excelente.

10. Podemos intentarlo otra vez.

Estas frases ayudan de manera indirecta a la construcción de valía y aprecio por uno mismo, lo cual es importante desde pequeños para irlo trabajando e incorporándolo, para que a través de cómo se perciben, puedan reflejar al mundo ese mismo valor, teniendo en consideración a los demás seres humanos como igualmente valiosos.

Te invito a hacer el ejercicio frente al espejo y a decirte a ti misma estas frases para que logres sentir lo que transmites a tu pequeño cuando se las comunicas. Ahora, ponte enfrente de él o ella y díselas viéndola a los ojos. Te aseguro que una sonrisa se dibujará en ambos rostros, mostrando la felicidad que brinda la sensación del amor.